La mayoría de los estudiantes de medicina son grandes estudiantes, casi unos gusanos de biblioteca que suelen pasársela estudiando. Además, su carrera universitaria suele durar bastantes años más que el resto. Incluso una vez que terminan sus estudios deben seguir estudiando ya sea para aprender una especialidad o sub especialidad, o para mantenerse activos con el avance del tiempo y las tecnologías.
Pero todo lo que pueden aprender de los libros no siempre es suficiente para ejercer en la realidad y es por eso que un hospital de Japón quiso sorprender a sus jóvenes aspirantes a cirujano con una prueba práctica muy difícil no apta para personas con mal pulso.
El examen consistía en tres pruebas a contrarreloj, y los jóvenes quedaron pasmados cuando se dieron cuenta que no contestarían preguntas ni escogerían alternativas. Justamente la idea de la prueba era que los aspirantes a cirujanos supieran manejar los instrumentos médicos bajo presión, tal cual lo harían en el quirófano.
¿Te gustaría ver algo así en tu país?
Fuente: upsocl